¿Cómo es el alojamiento ideal para mi conejo?
El espacio donde viva nuestro peludo es fundamental para asegurar tanto su bienestar físico como social.
Los conejos cuando están encerrados en una jaula pequeña, sin posibilidad de hacer ejercicio ni de interaccionar, tienen mayor predisposición a sufrir problemas de salud. Además, presentar mayores dificultades a la hora de establecer vínculos sociales y afectivos con sus propietarios.

¿Cómo debe ser su jaula?
Las dimensiones de la jaula dependerán del tamaño del animal (Ej. Para el caso de un conejo enano, la superficie mínima debería ser de 0.3 m2, lo cual podría cumplirse con una jaula de 40 x70 cm).
¿Debo soltar a mi conejo?
Tan importante es elegir correctamente el espacio donde viva, como controlar y adecuar sus períodos de libertad.
Estos deben ser lo más largos posibles, siempre bajo la supervisión del propietario, ya que son animales muy propensos a roer cables eléctricos, ropa, muebles… ocasionando desperfectos y exponiéndose a accidentes.
¿Qué sustrato debo utilizar?
Existe una amplia variedad de sustratos para hacer el lecho de la jaula. Los más recomendables son sin duda los gránulos vegetales, dada su amplia capacidad de absorción e higiene.
Existen multitud de productos comercializados, aunque también podemos fabricarlo en casa con un simple papel de periódico cortado en tiras (asumiendo que tendrá una menor duración y por tanto habrá que cambiarlo con mayor regularidad).
La viruta de madera o la arena para gatos (sepiolita) son materiales poco recomendables, debido a que son excesivamente abrasivos y favorecen las irritaciones de ojos y nariz.
¿Cada cuánto cambio el sustrato?
El sustrato debe cambiarse con una frecuencia que permita mantener el alojamiento limpio y seco en todo momento, en función de la actividad del animal (en términos generales, se estima que dos veces a la semana es suficiente).
Los conejos son muy sensibles a los cambios, por lo que cada vez que se limpie la jaula es recomendable esparcir una capa de heno por encima, así como mantener los cecotrofos que pudiera haber previamente (heces blandas ricas en aminoácidos y vitaminas, que vuelven a ingerir para una mejor absorción de nutrientes).
Para terminar, recordad que los conejos son animales con una excelente adaptación al frío, pero no al calor. Por ello, y para evitar que puedan sufrir golpes de calor innecesarios, no se recomienda situar la jaula en lugares muy cálidos o exponerles a temperaturas extremas (¡cuidado con dejarles en zonas exteriores durante mucho tiempo!).
Si tienes alguna duda sobre estos maravillosos animales, no dudes en preguntarnos. 🙂